nuestro proyecto
“En nuestros colegios se entiende la Educación como un proceso formativo, dinámico, coherente y unificado, que posibilita el desarrollo integral y armónico de la persona en todas sus dimensiones: ser único e irrepetible, abierto a los demás y con sentido de trascendencia.”
En los colegios de Santa Ana, intentamos dar una respuesta educativa desde las necesidades de nuestro alumnos en el aquí y el ahora de nuestra realidad. Respuesta que parte de una educación de calidad, de la competencia profesional, de la apertura constante de las nuevas realidades socio-culturales hasta las nuevas aportaciones pedagógicas y a las nuevas tecnologías; una respuesta que exprese cómo entendemos la vida y la fe, con qué tipo de persona y sociedad soñamos, qué tipo de relación educativa queremos establecer con los alumnos para compartir su crecimiento como personas y como creyentes.
Las Hermanas de la Caridad de Santa Ana estamos en los 5 continentes con casi un centenar de colegios.
“En nuestros colegios se entiende la Educación como un proceso formativo, dinámico, coherente y unificado, que posibilita el desarrollo integral y armónico de la persona en todas sus dimensiones: ser único e irrepetible, abierto a los demás y con sentido de trascendencia.”
En los colegios de Santa Ana, intentamos dar una respuesta educativa desde las necesidades de nuestro alumnos en el aquí y el ahora de nuestra realidad. Respuesta que parte de una educación de calidad, de la competencia profesional, de la apertura constante de las nuevas realidades socio-culturales hasta las nuevas aportaciones pedagógicas y a las nuevas tecnologías; una respuesta que exprese cómo entendemos la vida y la fe, con qué tipo de persona y sociedad soñamos, qué tipo de relación educativa queremos establecer con los alumnos para compartir su crecimiento como personas y como creyentes.
Las Hermanas de la Caridad de Santa Ana estamos en los 5 continentes con casi un centenar de colegios.
objetivos
Nuestra misión educativa consiste en “colaborar en la formación de la persona para que sea agente de su propio desarrollo, alcance la madurez humana, opte libremente por la fe y se comprometa en la construcción de una sociedad más justa y fraternal basada en la verdad, la paz y el amor.” • Colegios con rostro inequívoco: La Hospitalidad
• Clima de acogida, sencillez, servicio. Clima que favorece la convivencia, la autoestima, la tarea común.
• Preferencia por los más débiles; la llamada “nueva vulnerabilidad de la infancia”, reto permanente acogido desde el corazón y asumido en los planteamientos organizativos y metodológicos de los Centros.
• Priorizando la educación para la interioridad y para la solidaridad como expresión hacia dentro y hacia fuera, de una misma dimensión humana, el encuentro con Dios, consigo mismo y con los otros en clave de compromiso evangélico.
• Un escuela participativa, centros abiertos al entorno, en conexión con las realidades humano-sociales.
• Dimensión educativo-pastoral .
Nuestra misión educativa consiste en “colaborar en la formación de la persona para que sea agente de su propio desarrollo, alcance la madurez humana, opte libremente por la fe y se comprometa en la construcción de una sociedad más justa y fraternal basada en la verdad, la paz y el amor.” • Colegios con rostro inequívoco: La Hospitalidad
• Clima de acogida, sencillez, servicio. Clima que favorece la convivencia, la autoestima, la tarea común.
• Preferencia por los más débiles; la llamada “nueva vulnerabilidad de la infancia”, reto permanente acogido desde el corazón y asumido en los planteamientos organizativos y metodológicos de los Centros.
• Priorizando la educación para la interioridad y para la solidaridad como expresión hacia dentro y hacia fuera, de una misma dimensión humana, el encuentro con Dios, consigo mismo y con los otros en clave de compromiso evangélico.
• Un escuela participativa, centros abiertos al entorno, en conexión con las realidades humano-sociales.
• Dimensión educativo-pastoral .
historia de la congregación La Congregación de H.H. de la Caridad de Santa Ana nace en Zaragoza en 1804. En su origen es una pequeña Hermandad agrupada en torno a Juan Bonal y animada por María Rafols, sus Fundadores, que dejan tierras catalanas para responder a las necesidades del Hospital Real y General de Ntra. Sra. De Gracia de Zaragoza.
La acogida es el primer gesto de la Hospitalidad, acogida que se hace cercanía y sencillez para acoger al que llega y ofrecerle, lo mejor de sí mismo. Acogida que se acompaña de un “diligente cuidado”, de un servicio hecho entrega permanente.
Hospitalidad que implica valoración de la persona, de cada persona, prefiriendo especialmente a los más pobres, compartiendo con ellos lo que somos y tenemos.
Estos rasgos de la Hospitalidad son los que han ido marcando los valores, las prioridades, los matices, los que han ido configurando, identificando, los que dan línea, color y calor , identidad a nuestros centros.
La acogida es el primer gesto de la Hospitalidad, acogida que se hace cercanía y sencillez para acoger al que llega y ofrecerle, lo mejor de sí mismo. Acogida que se acompaña de un “diligente cuidado”, de un servicio hecho entrega permanente.
Hospitalidad que implica valoración de la persona, de cada persona, prefiriendo especialmente a los más pobres, compartiendo con ellos lo que somos y tenemos.
Estos rasgos de la Hospitalidad son los que han ido marcando los valores, las prioridades, los matices, los que han ido configurando, identificando, los que dan línea, color y calor , identidad a nuestros centros.