A José Antonio LABORDETA
Seguro que allá en el cielo habrá más de un día en que todos al levantar la vista veremos un trocito azul que ponga "Libertad". Seguro que cuando llegue la calor nos arremojaremos la tripa y te recordaremos como aquella persona diferente que recorrió caminos y senderos de nuestro país con su peculiar mochila a cuestas y tu forma de ver y entender la vida y de enseñarnos esa otra vida. Seguro que durante mucho tiempo oiremos y tatarearemos esa voz y esos estribillos tan peculiares e inimitables que llevaremos en el corazón y que nos recordarán con orgullo que somos aragoneses como tú, tozudos pero abiertos. Seguro que la vida sin tí, sin tus palabras, tus canciones, tus letras o tus ocurrencias ya no será igual para muchos de nosotros que crecimos con tus esperanzas, tus ansias de libertad y tu ejemplo de tenacidad y de persona bonachona... ¡ "A la mierda" !. Descansa en paz y muchas gracias por formar parte de un trozo de nuestras vidas.
Doy gracias a Dios por la suerte de haberle conocido y tratado desde niño. No puedo permitirme el lujo de la tristeza, sino el capricho inevitable del recuerdo más vivo. No podré olvidarle mientras viva, porque por encima del poeta, del escritor y del cantante que tanto admiré, estaba un ser humano irrepetible, un hombre lleno de bondad.
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