Ya es oficial... y dicho por el propio interesado. En los
actos litúrgicos del fin de semana el sacerdote de la Diócesis de Jaca, Fernando
Jordán, ha anunciado oficialmente a sus fieles que dejará la parroquia de Cristo
Rey Sabiñánigo en las próximas semanas. Este sacerdote comprometido,
especialmente desde hace muchos años con el pueblo gitano siempre se ha
esforzado en que la evangelización penetre en su cultura y en su sistema
peculiar de valores.
A la parroquia de serrablesa llegó
en septiembre de hace cinco años, en sustitución de Miguel Domec, que paso a
desempeñar su labor pastoral en la parroquia de San Pedro de Jaca. A la iglesia
serrablesa de Cristo Rey ha sido designado el sacerdote de las parroquias de
Canfranc Estación y Pueblo, José Manuel Pérez, natural de Embúm, que en los
últimos años ha estado en Sallent de Gállego, Sádaba y Canfranc.
Una noticia que nos entristece a todos los que le conocemos por la estupenda labor de pastoral y parroquial de Fernando durante el tiempo que ha estado con nosotros y como persona cercana con mayúsculas en todos los aspectos. Le echaremos en falta a pesar de la distancia corta que nos separará ahora. Gracias por todo Fernando.
Una noticia que nos entristece a todos los que le conocemos por la estupenda labor de pastoral y parroquial de Fernando durante el tiempo que ha estado con nosotros y como persona cercana con mayúsculas en todos los aspectos. Le echaremos en falta a pesar de la distancia corta que nos separará ahora. Gracias por todo Fernando.
Por otro lado y refiriéndonos a las Congregación de Hnas. de Santa Ana en Monzón, El Obispo de la Diócesis Barbastro-Monzón, Alfonso
Milián, acompañado del de Almaty, José Luis Mumbiela, oficiaban la misa que
servía para despedir a las cinco monjas que venían prestando asistencia en la
Residencia Riosol desde 1986.
Tras la eucaristía en la catedral de Santa María, la
Vicaria General de la Congregación, Rosa María Arbó, agradecía el cariño de los
montisonenses. La presidenta del Patronato de la Riosol, Paz Alquézar, ahondaba
en el trabajo realizado por las hermanas en la residencia.
Rosa María Lanau, alcaldesa de Monzón, señalaba que
las van a echar en falta por su sonrisa y dedicación.
Las Hermanas de Santa Ana llegaron a Monzón en 1892,
así que se cumplen 120 años de actividad sin interrupción en los campos
sanitario y educativo. En el primer ámbito, trabajaron en el antiguo Hospital de
San Francisco, y cuando este fue clausurado por amenaza de ruina (1977), en la
casa de los sindicatos de la calle Galicia, donde se habilitó el centro
asistencial de forma provisional. Luego llegó la residencia municipal
“Riosol”.
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