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martes, febrero 12

EL SUEÑO DE UNA VIDA. ANGELINES VILLACAMPA

Cuando subías al pueblo de Susín por sendero o por pista, sabías que casi seguro allí estaría la figura y la persona de Angelines en presencia física o en alma apareciendo por sus callejuelas o invitándote y abriendo la puerta de Casa Mallau y de sus calles y su historia. Cuando llegabas a Susín, las primeras piedras y paredes te recordaban que allí había un sueño de por medio. Sus calles, sus casas, sus bordas, su ermita, la ferrería,  su bella e incomparable iglesia, su lavadero, sus campos, sus eras, su silueta majestuosa al atardecer, su silencio casi mágico, su vista indescriptible del valle, su anochecer y su amanecer incomparables. Todo era diferente y Angelines lo sabía y luchaba por ello. Era su "Susín". Una lucha incansable, heróica casi diría yo, de esas que cuando te ibas del pueblo pensabas en el para qué tanto esfuerzo y tanta dedicación, aunque al hablar con Angelines lo comprendías y te emocionaba. Angelines y Susín, dos palabras, dos sentimientos, dos conceptos que deben siempre estar en nuestro recuerdo, en esas historias del corazón que perduran generación tras generación y que siempre nos muestran el sueño de una vida, la historia de un pueblo, el vivir y la razón de las buenas personas, de la gente que ama algo con todo su corazón. Angelines Villacampa, alma y memoria de Susín. Como alguien ha dicho: "Nunca abandonarás Susín",... tú eras Susín. (Foto. M. Lorenzo)

2 comentarios:

  1. Porque se nos iria, DESCANSE EN PAZ

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  2. Repose en paix Maman Angelines. Que la terre te soit légère et le Paradis ta dernier demeure. Delta Force Haiti.

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