La libertad no se regala, se conquista. Y cuesta tanto alcanzarla como protegerla. Cuesta incluso la vida. Le ha costado la vida a los humoristas y redactores de Charlie Hebdo y a dos policías que trataron de atrapar a los asesinos que ayer irrumpieron a tiros en la redacción de la revista satírica francesa. No soportan la libertad quienes viven dominados por la ignorancia y cegados por el odio . Y menos aún la libertad máxima de la risa y el HUMOR.
Nuestro centro y todos nosotros también nos unimos a esas viñetas unánime de repulsa a esta barbarie y nos unimos a esea frase común:
'Je suisCharlie Hebdo', 'Yo soy Charlie Hebdo'.
Por ellos. por la libertad. Por un mundo en paz.